October 10, 2022

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IEPA

Por Barnaby Nelson

 

 

 

El profesor Barnaby Nelson, director del Programa de Investigación de Riesgo Ultra Alto de Psicosis de Orygen y del Centro de Salud Mental Juvenil de la Universidad de Melbourne (Australia), habla del valor de la predicción del riesgo para el campo de la salud mental y de los últimos avances en la investigación.

Algunos jóvenes que acuden a los servicios de salud mental pueden experimentar un episodio pasajero de síntomas, quizá como reacción a las tensiones que se producen en sus vidas o a los retos de la transición a la edad adulta. Otros pueden tener síntomas leves o moderados que persisten en ese nivel, tal vez entrando y saliendo de episodios a lo largo del tiempo. Otros jóvenes se encuentran en las primeras fases de un trastorno mental grave prolongado, potencialmente mortal e incapacitante. Todos estos jóvenes deben recibir atención clínica. Sin embargo, ¿en qué vía se encuentra un individuo? Sería muy valioso saberlo desde el principio, es decir, poder predecir lo que el futuro puede deparar a un individuo. Actualmente no podemos hacerlo. En otros campos de la medicina, como la oncología (cáncer), las enfermedades cardiovasculares (corazón) o las enfermedades cerebrovasculares (ictus), existen calculadoras de riesgo que pueden utilizarse para cada paciente. Esto no existe en la actualidad en el ámbito de la salud mental.

La posibilidad de prever los resultados sanitarios y clínicos tiene varias ventajas. Entre ellas se encuentran:
1.         Promover la intervención temprana dirigiendo nuestros tratamientos existentes al subgrupo de mayor riesgo.
2.         Proporcionar una ventana a los factores biológicos (por ejemplo, cambios cerebrales), psicológicos (por ejemplo, estilos de pensamiento) y sociales (por ejemplo, la discriminación) que contribuyen al riesgo y a la protección.
3.         Ayudarnos a desarrollar nuevos tratamientos que se dirijan específicamente a estos factores de riesgo y protección.

El área de predicción del riesgo de psicosis que más atención ha recibido hasta la fecha y que recientemente ha recibido otra inyección de energía a través de un consorcio global financiado por el NIMH, es el programa Accelerating Medicines Partnership (AMP®) – Schizophrenia, El programa Accelerating Medicines Partnership (AMP®) es una asociación público-privada entre los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), empresas farmacéuticas y de ciencias de la vida, organizaciones sin ánimo de lucro y otras organizaciones. El objetivo general del programa AMP es mejorar nuestra comprensión de las vías de la enfermedad e identificar nuevas y mejores dianas para el tratamiento. El programa AMP para la esquizofrenia se puso en marcha en 2020 para abordar la necesidad crítica de tratamientos más eficaces para las personas con esquizofrenia y otras psicosis. Los objetivos de este esfuerzo global incluyen el desarrollo de herramientas que identifiquen las primeras etapas del riesgo de psicosis y la predicción de la probabilidad de progresión a psicosis y otros resultados. Un objetivo relacionado es ayudar a los investigadores a identificar nuevas dianas para tratamientos basados en fármacos que puedan probarse en ensayos clínicos.

Las herramientas de predicción de la esquizofrenia de la AMP se desarrollarán sobre la base de una amplia gama de tipos de datos: clínicos, neurocognitivos, neurofisiológicos, de neuroimagen, genéticos, biomarcadores de fluidos, del habla y de la expresión facial, y evaluaciones digitales. Algunos de estos tipos de datos pueden ser útiles para predecir los resultados cuando los jóvenes acuden por primera vez a las clínicas, mientras que otros pueden detectar cambios a lo largo del tiempo que pueden ser “señales de alerta temprana” de deterioro. Por ejemplo, los datos digitales recogidos a través de teléfonos y relojes de pulsera (encuestas y diarios, patrones de actividad, sueño) son muy precisos y pueden identificar cambios sutiles que indiquen un deterioro inminente del estado mental.

Además de “afinar las herramientas” para predecir la psicosis y desarrollar nuevos tratamientos preventivos, el campo también está “ampliando la lente” para identificar el riesgo de una amplia gama de trastornos mentales graves (depresión grave, trastorno bipolar, trastorno de la personalidad, etc.), no sólo la psicosis. Esto es especialmente apropiado en los jóvenes que se encuentran en las primeras fases del trastorno, donde la gama de síntomas suele ser difusa y puede evolucionar en distintas direcciones. Los investigadores se han centrado demasiado en un trastorno concreto, lo que nos ha impedido reconocer que muchos factores y mecanismos de riesgo están presentes en todos los trastornos. Esto significa que los tratamientos tempranos dirigidos a estos factores y mecanismos de riesgo pueden ser útiles para “matar varios pájaros de un tiro”.

Por último, si bien está justificado gastar mucha energía en adaptar los tratamientos existentes a los pacientes individuales, se necesitan urgentemente nuevas opciones de tratamiento para los trastornos psicóticos y otros. La tasa de no respuesta a los tratamientos existentes es inaceptablemente alta, por lo que es necesario probar algunas opciones de tratamiento “fuera de lo común”. Un ejemplo que se está probando actualmente en Orygen, un centro de investigación sobre salud mental juvenil de Melbourne, es Hybrid, que combina los avances tecnológicos (terapia de exposición basada en la realidad virtual) y la neurociencia (neurorretroalimentación basada en el EEG) con la terapia psicológica establecida (TCC para la psicosis) para las alucinaciones verbales auditivas (“oír voces”). El objetivo es mostrar a la persona su actividad cerebral en respuesta a diferentes situaciones presentadas a través de la Realidad Virtual (algunas de las cuales desencadenan síntomas) y ofrecerle al mismo tiempo una terapia psicológica. De este modo, la persona puede conseguir un mayor control de su actividad cerebral, especialmente de la actividad asociada a la audición de voces, lo que puede conducir a una reducción de los síntomas.

Con el desarrollo de estas calculadoras de riesgo, la ampliación del alcance más allá de los trastornos individuales y el desarrollo de un nuevo arsenal de tratamientos, se puede maximizar la eficacia de la intervención temprana para los trastornos mentales.

 

El profesor Barnaby Nelson es director del Programa de Investigación de Riesgo Ultra Alto de Psicosis de Orygen y del Centro de Salud Mental Juvenil de la Universidad de Melbourne. Es un psicólogo clínico en activo con un interés especial en los trastornos del espectro de la esquizofrenia. Su investigación se centra en las estrategias de identificación temprana, la predicción de resultados en jóvenes de alto riesgo, los mecanismos etiológicos transdiagnósticos, la integración de la fenomenología con la neurociencia y los tratamientos preventivos, en particular las psicoterapias y el neurofeedback. El profesor Nelson es investigador principal del Consorcio Científico Global de Predicción (PRESCIENT), una de las redes de investigación que participan en el programa Accelerating Medicines Partnership-Schizophrenia (AMP-SCZ)

Barnaby será uno de los ponentes plenarios de nuestra próxima Conferencia Internacional sobre Intervención Temprana en Salud Mental IEPA14, que tendrá lugar del 10 al 12 de julio de 2023 en Lausana, Suiza. Únase a nosotros para saber más sobre las últimas investigaciones y prácticas en esta área. Más detalles disponibles aquí
 
Puede encontrar más información sobre la investigación de Barnaby y conectarse a través de Researchgate o ver sus publicaciones en Google Scholar

 

 

Referencias

Gandara, V., Pineda, J.A., Shu, I.W., Singh, F., 2020. A Systematic Review of the Potential Use of Neurofeedback in Patients With Schizophrenia. Schizophr Bull Open 1(1), sgaa005.

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Barron, D. (2019). Psychiatry Is Still Stuck in Freud’s Era. Big Data Can Revolutionize How We Care for Patients: https://time.com/6076797/big-data-psychiatry/

Hazell, C.M., Hayward, M., Cavanagh, K., Strauss, C., 2016. A systematic review and meta-analysis of low intensity CBT for psychosis. Clinical psychology review 45, 183-192.

McGorry, P.D., Hartmann, J., Spooner, R., & Nelson, B. (2018). Beyond the at risk mental state concept: Transitioning to transdiagnostic psychiatry. World Psychiatry, 17 (2), 133-142.

McGorry, P.D. & Nelson, B. (2016).  Why We Need a Transdiagnostic Staging Approach to Emerging Psychopathology, Early Diagnosis and Treatment. JAMA Psychiatry, 73 (3), 191-192.

Nelson, B., Torregrossa, L., Thompson, A., Sass, L.A., Park, S., Hartmann, J.A., McGorry, P.D., Alvarez-Jimenez, M. (2021). Improving treatments for psychotic disorders: Beyond cognitive behavior therapy for psychosis. Psychosis, 13 (1), 78-84.

Declaration of Interests: None

 

Acknowledgements:

This project was made possible thanks to a sponsorship from H/Lundbeck A/S. The opinions expressed in these materials do not necessarily reflect those of H.Lundbeck.