October 9, 2021

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IEPA

Por Katherine Rimes

  

 

¿Cómo puede la intervención temprana ayudar a la salud mental de lesbianas, gays y bisexuales?

En comparación con los individuos heterosexuales, las personas que son lesbianas, gays o bisexuales tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental (1). En el pasado, la orientación sexual entre personas del mismo sexo se consideraba una enfermedad mental en los sistemas de diagnóstico psiquiátrico, pero esto ya no es así. La Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) ja estalecido que considera que la orientación sexual es innata, que no hay pruebas sólidas de investigación de que ella pueda cambiarse y que no es ético intentarlo (2).
Los prejuicios, la discriminación, la victimización y, en algunos países, las sanciones legales, incluida la pena de muerte, son posibles causas que contribuyen a las disparidades en materia de salud mental. Estas experiencias pueden provocar estrés y exclusión social y, a menudo, hacen que la persona interiorice el estigma, ocultando su atracción hacia o relaciones con personas del mismo sexo, anticipando el rechazo de los demás. Estas experiencias, a veces denominadas “estresores de las minorías”, pueden contribuir a su vez a los problemas de salud mental (3, 4).  También pueden aumentar los factores de riesgo para la salud mental en general, como la baja autoestima, la rumiación (“pensar demasiado”) y los comportamientos de evitación (5, 6, 7).  En los países en los que las conductas hacia el mismo sexo son ilegales, es obvio que puede haber un profundo temor por el futuro, especialmente cuando existe la pena capital. Aunque en algunos países existe ahora el matrimonio entre personas del mismo sexo y un clima social relativamente más aceptable, y la gente suele suponer que la situación es ahora mucho mejor para los jóvenes con una orientación sexual diversa, se siguen encontrando desigualdades en materia de salud mental para los y las jóvenes lesbianas, gays o bisexuales (8).

 Salir del closet a una edad más temprana
En muchos países, los jóvenes revelan su orientación sexual a una edad más temprana que en el pasado. Los beneficios pueden incluir el acceso al apoyo social y la reducción del estrés por ocultación, pero estos jóvenes suelen estar expuestos al estigma y la victimización a una edad más temprana, cuando han tenido menos oportunidades de desarrollar una autoestima positiva y habilidades de afrontamiento (8,9).

Autoaceptación, resiliencia y empatía 
Cuando los jóvenes se dan cuenta de que experimentan atracción por el mismo sexo, pueden tener dificultades de adaptación comprensibles, ya que pueden sentirse diferentes, experimentar conflictos con las enseñanzas religiosas y prever prejuicios, discriminación o rechazo. Puede haber problemas de autoaceptación (10), pero los jóvenes dicen que el apoyo de otras personas que los aceptan puede ser muy importante para superarlos. Con el tiempo, los jóvenes pueden aprender a valorar sus diferencias y su singularidad. Muchos afirman que sienten que sus experiencias han dado lugar a una mayor resiliencia en el largo plazo y a una mayor empatía hacia otros que se sienten diferentes o estigmatizados.

Cambios estructurales y a nivel del sistema para ayudar a reducir las inequidades en salud mental

A nivel estructural, los derechos legales son vitales, incluyendo la legalización de la orientación/comportamiento del mismo sexo y la legislación sobre crímenes de odio. Los enfoques escolares podrían incluir estrategias contra el acoso (bullying) y que los profesores se manifiesten sistemáticamente contra los prejuicios y transmitan en sus clases mensajes positivos y de aceptación sobre las personas con atracciones hacia el mismo sexo (11). Los jóvenes subrayan la importancia de contar con una amplia gama de modelos de conducta que tengan una orientación sexual diversa, tanto en Internet como en la vida cotidiana.

¿Cómo podría ayudar la intervención temprana?
Las intervenciones grupales o individuales podrían dirigirse a la autoaceptación y al desarrollo de sistemas de apoyo social con la aceptación de otras personas, especialmente si el joven experimenta el rechazo familiar.  Otros objetivos podrían incluir el estigma internalizado y el apoyo en torno a la salida del closet, si es apropiado y seguro en su contexto social/político. Las intervenciones de grupo diseñadas para abordar las experiencias de estrés de las minorías sexuales pueden ser útiles (12). Las intervenciones basadas en la familia también requieren investigación.
El trabajo de intervención temprana también podría abordar factores de riesgo psicológico más generales, como la baja autoestima, la rumiación y la evitación. Por ejemplo, una intervención cognitivo-conductual individual para adultos jóvenes de minorías sexuales con baja autoestima mostró resultados prometedores (13).
En el caso de las personas pertenecientes a minorías sexuales que ya presentan síntomas de salud mental, no se puede asumir que las intervenciones existentes funcionen tan bien como aquellas diseñadas para personas heterosexuales.  Un estudio nacional realizado en Inglaterra descubrió que las mujeres lesbianas y bisexuales, y los hombres bisexuales (pero no los gays), se beneficiaban menos de las intervenciones psicológicas para la depresión y la ansiedad que sus homólogos heterosexuales (14). Las razones no están claras, pero estos resultados ponen de relieve la importancia de la formación de los terapeutas en relación con las necesidades de las personas con una orientación sexual minoritaria. Se han comunicado resultados prometedores de la terapia cognitivo-conductual (TCC) informatizada adaptada a las necesidades de los y las jóvenes de minorías sexuales deprimidas (15).

Conclusiones: Ayudar a los y las jóvenes a construir un futuro positivo

Se necesita una investigación de alta calidad sobre las intervenciones basadas en la evidencia para apoyar el bienestar mental de las personas con una orientación sexual minoritaria y ayudarles a prosperar. Mientras tanto, las personas que apoyan a los jóvenes pueden tratar de ayudarles en su seguridad física y en la protección contra la victimización, en las habilidades para afrontar los prejuicios o la discriminación, en la autoestima positiva y en las redes de apoyo social, en la plena participación en la educación/trabajo y en las actividades sociales/de ocio y, si es necesario, en el acceso a cuidados de salud mental efectivos.

La Dra. Katharine Rimes dirige el grupo de investigación sobre salud mental LGBTQ+ en el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College London (KCL), Reino Unido. Es profesora de psicología clínica y directora del programa de doctorado en psicología clínica. También es psicóloga clínica consultora honoraria en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y terapeuta cognitivo-conductual acreditada. Se licenció en Psicología Experimental y se doctoró en la Universidad de Oxford. Investiga los procesos psicológicos implicados en las enfermedades mentales y físicas y aplica los resultados para mejorar las intervenciones. Sus intereses de investigación incluyen la autoestima y el impacto del estigma. Ha publicado más de 100 artículos en revistas científicas.

Puede seguir a Katharine en Twitter @KatharineRimes

 

Referencias
1. Plöderl, M. & Tremblay, P. (2015) Mental health of sexual minorities. A systematic review, International Review of Psychiatry, 27(5), 367-385, https://doi.org/10.3109/09540261.2015.1083949

2. Bhugra, D., Eckstrand, K., Levounis, P., Kar, A., & Javate, K. R. (2016). WPA Position Statement on Gender Identity and Same-Sex Orientation, Attraction and Behaviours. World Psychiatry, 15(3), 299–300. https://doi.org/10.1002/wps.20340

3. Meyer, I. H. (2003). Prejudice, social stress, and mental health in lesbian, gay, and bisexual populations: Conceptual issues and research evidence. Psychological Bulletin, 129(5), 674–697.

4. Argyriou, A., Goldsmith, K., & Rimes, K. (2021). Mediators of the disparities in depression between sexual minority and heterosexual individuals: A systematic review. Archives of Sexual Behavior, 50(3), 925-959. https://doi.org/10.1007/s10508-020-01862-0

5. Hatzenbuehler M. L. (2009). How does sexual minority stigma “get under the skin”? A psychological mediation framework. Psychological Bulletin, 135(5), 707–730. https://doi.org/10.1037/a0016441

6. Timmins, L., Rimes, K.A. & Rahman, Q. Minority Stressors, Rumination, and Psychological Distress in Lesbian, Gay, and Bisexual Individuals. (2020). Archives of Sexual Behavior, 49, 661–680. https://doi.org/10.1007/s10508-019-01502-2

7. Bridge, L., Smith, P. A., & Rimes, K. A. (2019). Sexual orientation differences in the self-esteem of men and women: A systematic review and meta-analysis. Psychology of Sexual Orientation and Gender Diversity, 6(4), 433-446. https://doi.org/10.1037/sgd0000342

8. Meyer, I.H., Russell, S.T., Hammack, P.L., Frost, D.M., Wilson, B.D.M. (2021) Minority stress, distress, and suicide attempts in three cohorts of sexual minority adults: A U.S. probability sample. PLoS ONE 16(3): e0246827. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0246827

9. Russell, S. T., Toomey, R. B., Ryan, C., & Diaz, R. M. (2014). Being out at school: The implications for school victimization and young adult adjustment. American Journal of Orthopsychiatry, 84(6), 635–643. https://doi.org/10.1037/ort0000037

10. Camp, J., Vitoratou, S. & Rimes, K.A. (2020) LGBQ+ Self-Acceptance and Its Relationship with Minority Stressors and Mental Health: A Systematic Literature Review. Archives of Sex Behavior, 49, 2353–2373. https://doi.org/10.1007/s10508-020-01755-2

11. Rimes, K.A., Shivakumar, S., Ussher, G., Baker, D., Rahman, Q. & West, E. (2018). Psychosocial Factors Associated With Suicide Attempts, Ideation, and Future Risk in Lesbian, Gay, and Bisexual Youth. Crisis, 40, pp. 83-92. https://doi.org/10.1027/0227-5910/a000527

12. Craig, S. L., Leung, V., Pascoe, R., Pang, N., Iacono, G., Austin, A., & Dillon, F. (2021). AFFIRM Online: Utilising an Affirmative Cognitive-Behavioural Digital Intervention to Improve Mental Health, Access, and Engagement among LGBTQA+ Youth and Young Adults. International Journal of Environmental Research and Public Health, 18(4), 1541.https://doi.org/10.3390/ijerph18041541

13. Bridge, L. Self-esteem in sexual minority young adults: an investigation of factors affecting self-esteem and development of a new psychological intervention to improve low self-esteem. Unpublished PhD dissertation, King’s College London.

14. Rimes, K. A., Ion, D., Wingrove, J., & Carter, B. R. (2019). Sexual orientation differences in psychological treatment outcomes for depression and anxiety: National cohort study. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 87(7), 577-589. https://doi.org/10.1037/ccp0000416

15. Lucassen, M. F. G., Merry, S. N., Hatcher, S., & Frampton, C. M. A. (2015). Rainbow SPARX: A novel approach to addressing depression in sexual minority youth. Cognitive and Behavioral Practice, 22(2), 203–216. https://doi.org/10.1016/j.cbpra.2013.12.008