May 24, 2021
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IEPA
Por Eoin Killackey
Existe un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de la recuperación de la funcionalidad en las personas con enfermedades psicóticas como la esquizofrenia. En gran parte, esto es impulsado por escuchar lo que las personas que experimentan estas enfermedades informan que quieren lograr en su camino hacia la recuperación.
Esto también es impulsado desde la perspectiva de los derechos humanos, en el sentido de que las personas que desean trabajar, recibir educación o participar y contribuir de otras formas en sus comunidades y sociedades, tienen derecho a hacerlo. Finalmente, está impulsado por el mayor retorno económico de la inversión que se realiza en el tratamiento, que resulta de ayudar a las personas a tener una recuperación de la funcionalidad
Las tres piezas que siguen aquí nos recuerdan una serie de consideraciones importantes para ayudar a las personas a realizar una recuperación de la funcionalidad. La primera consideración es la importancia de la intervención temprana. Es fundamental reducir la cantidad de tiempo que una persona pasa sin recibir un tratamiento para la enfermedad. Durante los períodos en los que no se trata la enfermedad, a menudo se produce y se acumula daño en la funcionalidad . Este daño puede tomar la forma de la desvinculación de la educación o del empleo, el aislamiento social o el aumento de la tensión en las relaciones. A medida que estas cosas se prolongan, resultan más difíciles de rectificar. Por eso, atenderlas lo antes posible es muy importante.
La segunda consideración es que una vez que se ha producido la intervención temprana, la mejor recuperación surge a partir de una amplia gama de intervenciones que se implementan en torno a la persona y que se adaptan a sus necesidades y respaldan sus objetivos. Esto incluye la identificación de los mejores medicamentos para ellos y la mejor forma de administrarlos. Pero también debe incluir terapia y otras intervenciones orientadas a la recuperación social y de la funcionalidad, según sea necesario. La historia ha demostrado que el tratamiento farmacológico de forma aislada no conduce a la recuperaciónsocial o de la funcionalidad en la mayoría de las personas.
Una tercera consideración es asegurarse de evaluar, monitorear y apuntar a los diferentes síntomas, particularmente a los síntomas negativos. Estos síntomas a menudo se consideran poco durante el tratamiento agudo, pero si no se atienden, resultan ser grandes obstáculos para la recuperación de la funcionalidad. También se debe utilizar una variedad de enfoques de intervención para tratar los síntomas negativos.
Finalmente, y quizás lo más importante, es la esperanza. Como señala David Fowler, se debe transmitir la esperanza a la persona que tiene la la enfermedad y a su familia de que la recuperación es posible y de que se le brindará una variedad de intervenciones para ayudarllos a lograrla.
Eoin Killackey
Presidente
Agradecimientos:
Este proyecto fue posible gracias al patrocinio de H/Lundbeck A/S. Las opiniones expresadas en este material no son necesariamente un reflejo de las de H.Lundbeck